martes, 16 de octubre de 2012

LOS NAHUATL







El náhuatl (que deriva de náhuatl, "sonido claro o agradable" y tlahtōl-li, "lengua o lenguaje")3 es una lengua uto-azteca que se habla principalmente por nahuas en México y en América Central.4 Surgió por lo menos desde el siglo VII. Desde la expansión de la cultura tolteca a finales de siglo X en Mesoamérica, el náhuatl comenzó su difusión por encima de otras lenguas mesoamericanas hasta convertirse en lengua franca de buena parte de la zona mesoamericana, en especial bajo los territorios conquistados por el imperio mexica, también llamado imperio azteca, desde el siglo XIII hasta su caída (el 13 de agosto de 1521) en manos de los españoles, motivo por el cual a la lengua náhuatl también se le conoce con el nombre de lengua mexicana. De hecho los hablantes de la lengua náhuatl llaman a este idioma mexicatlahtolli o lengua mexicana y los hablantes bilingües (los que hablan español y náhuatl) llaman a este idioma mexicano.5 Otras fuentes señalan que la lengua náhuatl originalmente se conocía como tzemanauacatlahtolli, [cita requerida] y que por la dificultad de pronunciación, fue reducida simplemente a náhuatl, aunque también recibe el nombre de mexicano o lengua mexicana. El náhuatl comenzó a perder hablantes conforme se fueron imponiendo los españoles en el continente, junto con el castellano como nueva lengua dominante en Mesoamérica; sin embargo, los europeos siguieron usando el náhuatl con propósitos de conquista a través de los misioneros, llevando la lengua a regiones donde previamente no había influencia náhuatl. El náhuatl es la lengua nativa con mayor número de hablantes en México, con aproximadamente un millón y medio, la mayoría bilingüe con el español. Su uso se extiende desde el norte de México hasta Centroamérica. El náhuatl pertenece a la familia yuto-nahua (yuto-azteca) y, junto con el extinto pochuteco y el pipil, conforma el grupo aztecoide de dicha familia de lenguas. Dentro de la familia yuto-azteca el grupo aztecoide es especialmente cercano al grupo corachol (cora, huichol), formado por lenguas situadas al noroeste del foco de origen del náhuatl. El parentesco es algo más distante con el grupo tepimano (pápago, tepehuán) y el grupo taracahita particularmente en la morfología verbal y en la formación del léxico. Tipológicamente es además una lengua de núcleo final, en el que el modificador suele preceder al núcleo modificado.Muy probablemente los toltecas eran nahua parlantes. Se piensa que la influencia de la cultura Mexica y su lengua náhuatl llegó más allá de las fronteras del Valle de Anáhuac hasta Aridoamérica y Oasis américa en América del Norte y hasta Nicaragua en Centroamérica. Gerardo Said escribe que dicha influencia abarcaba desde al norte del trópico de cáncer al norte de la República Mexicana hasta el sur de Norteamérica Nicān Anáhuac' 'hasta aquí el Anáhuac'.





En México la lengua náhuatl se habla en los estados de Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, San Luis Potosí, Michoacán, el Estado de México, Morelos y Durango. Así como por los habitantes de Milpa Alta, Azcapotzalco, Xochimilco y otras zonas conurbadas de la Ciudad de México; también quedan hablantes en El Salvador; y es una fuerte influencia desde Nicaragua hasta California. Originalmente se trataba de una escritura pictográfica con rasgos silábicos o fonéticos tipo rebus. Este sistema de escritura fue adecuado para mantener registros tales como genealogías, información astronómica y listas de tributos, pero no representaba el vocabulario total de la lengua hablada de la forma en que los sistemas de escritura del "viejo mundo" o la escritura maya podían hacerlo. Los códices fueron esencialmente ayudas pictográficas para enseñar largos textos que eran memorizados por los sabios nahuas. El padre Durán registró cómo los tlahcuilos podían traducir una plegaria en latín utilizando el sistema pictográfico-silábico, pero era dificultoso utilizarlo ya que estaba todavía en desarrollo.Los españoles introdujeron el alfabeto latino, el cual fue utilizado para registrar una gran cantidad de poesía y prosa mexicana, algo que de cierta forma compensó la pérdida de miles de manuscritos mexicas quemados por los invasores europeos. Importantes trabajos de léxico, como el "Vocabulario" de Fray Alonso de Molina en 1571, y descripciones gramaticales, por ejemplo, el "Arte" de Horacio Carochi en 1645, fueron producidos usando variaciones de esta ortografía. La ortografía de Carochi usó dos diferentes acentos: un micrón para las vocales largas y uno grave para el saltillo. Entre los pueblos nahuas existía una gran apreciación por la poesía, llamada «In Xóchitl In Cuīcatl», que significa «La Flor y El Canto» literalmente, aunque hay quien la interpreta como «palabra florida o florecida». La poesía era una de las actividades propias del guerrero en tiempo de paz y era especialmente practicada entre las clases nobles. Huejotzingo, Texcoco, Culhuacán eran las ciudades más renombradas por sus poesías. Ocasionalmente se organizaban encuentros poéticos en donde se reunían incluso aquellos dirigentes de ciudades en guerra. El más famoso ocurrió en Huejotzingo en 1490, organizado por Tecayehuatzin, señor de ese lugar. Detalles de este encuentro y muchas otras poesías se hallan en varios manuscritos recopilados después de la Conquista. El más famoso se llama Cantares mexicanos, y data del siglo XVI. Existe también otra recopilación de poesía, hecha por Juan Bautista Pomar, nieto de Nezahualcóyotl. Bernardino de Sahagún menciona que los mexicas disfrutaban de representaciones dramáticas, algunas cómicas y otras sobre la vida de sus dioses, aunque al parecer no sobrevive ninguna de éstas. De los miles de manuscritos precortesianos, solo sobrevive una docena de códices, dado que los europeos tenían la creencia que los pobladores indígenas eran adoradores del diablo y por consiguiente quemaron y destruyeron prácticamente toda su obra. Después de la conquista, autores indígenas, bajo la dirección de los sacerdotes, escribieron obras en náhuatl con el fin de ayudar a la cristianización. Sobreviven varias pastorelas escritas en náhuatl.  La poesía era una de las actividades propias del guerrero en tiempo de paz y era especialmente practicada entre las clases nobles. Huejotzingo, Texcoco, Culhuacan eran las ciudades más renombradas por sus poesías. Ocasionalmente se organizaban encuentros poéticos en donde se reunían incluso aquellos dirigentes de ciudades en guerra. El más famoso ocurrió en Huexotzingo en 1490, organizado por Tecayehuatzin, señor de ese lugar. Detalles de este encuentro y muchas otras poesías se hallan en varios manuscritos recopilados después de la Conquista. El más famoso se llama Cantares mexicanos, y data del siglo XVI. Existe también otra recopilación de poesía, hecha por Juan Bautista Pomar, nieto de Nezahualcóyotl.Bernardino de Sahagún menciona que los mexicas disfrutaban de representaciones dramáticas, algunas cómicas y otras sobre la vida de sus dioses, aunque al parecer no sobrevive ninguna de éstas.De los miles de manuscritos precortesianos, solo sobrevive una docena de códices, dado que los europeos tenían la creencia que los pobladores indígenas eran adoradores del diablo y por consiguiente quemaron y destruyeron prácticamente toda su obra.Después de la conquista, autores indígenas, bajo la dirección de los sacerdotes, escribieron obras en náhuatl con el fin de ayudar a la cristianización. Sobreviven varias pastorelas escritas en náhuatl.Existen también relaciones y documentos en náhuatl producidos por los «pillies» y tlacuilos, que poco después de la Conquista comenzaron a aprender a usar la escritura europea, como «La relación anónima de Tlatelolco» y el original náhuatl del Códice Florentino.Algunos autores novohispanos como Sor Juana Inés de la Cruz, escribieron algunas obras en náhuatl. Son muy pocas las bibliotecas en el país que cuentan con libros en esta lengua.Los archivos musicales conventuales y catedralicios de México también dan cuenta de música en lengua náhuatl, tal es el caso de los motetes In ilhuicac cihuapille y Dios itlazo nantzine atribuibles a Hernando Franco y extraídos del Códice Valdés. Gaspar Fernandes, Maestro de Capilla de la Catedral de Puebla en el siglo XVII, compuso una enorme cantidad de villancicos en náhuatl solo, o náhuatl y español; varios de ellos se encuentran en el Cancionero Musical de Gaspar Fernandes, importante documento conservado en el Archivo Musical de la Catedral de Oaxaca. Su alimentación se compone esencialmente de maíz, y consiste en tortillas acompañadas de una salsa. El maíz escasea la mayor parte del año.





JOSE ALBERTO

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